NUESTRA VISION
¿Por qué somos vegetarianos?
Nos basamos en el concepto de paz. Evitamos entrar en conflicto entre nosotros y con los demás. Así que no quitamos la vida a los animales sin absoluta necesidad, lo que de otro modo sería violencia. Por eso somos una comunidad vegetariana.
¿Por qué bebemos leche de vaca?
La naturaleza ha dado a la vaca un estatus especial en el reino animal; esto se confirma en particular por sus excrementos, que son puros e incluso tienen propiedades antisépticas. La naturaleza de la vaca es dar en abundancia. Por eso la consideramos una madre para todos nosotros. Por eso, matarla tiene consecuencias kármicas de orden superior. Otra razón por la que no comemos carne de animal, y en su lugar bebemos la leche de la vaca para cultivar una naturaleza pacífica.
¿Cuál es nuestra relación con la naturaleza?
Nos consideramos parte de la naturaleza. No estamos por encima de ella. Por eso tenemos claro que no tenemos derecho a explotarla a nuestro antojo, como niños caprichosos o personas inmaduras.
¿Qué pensamos de las leyes de la naturaleza?
Nos parece esencial, como humanos, comprender el funcionamiento de la naturaleza, sus leyes, y seguirlas. Pues son estas leyes las que nos muestran los límites que nos mantienen en armonía con la naturaleza, con nosotros mismos y con los demás. En pocas palabras, respetar las leyes de la naturaleza es lo que nos permite ser felices.
¿Cómo vemos la libertad del ser y el karma?
Cada ser -planta, insecto, animal, humano- tiene su propia esencia que le hace actuar de forma natural.
Como seres humanos, también tenemos la nuestra. La diferencia es que tenemos la particularidad de poder actuar según nuestro libre albedrío. En otras palabras, podemos elegir actuar de acuerdo con la naturaleza que nos ha sido dada o ir en contra de ella.
Si hacemos esta última elección, entramos en conflicto con la madre naturaleza y con la vida misma. Es nuestra responsabilidad. No podemos echar la culpa a otro, fuera de nosotros, ni argumentar que no lo sabíamos, porque todos llevamos dentro el sentido moral que nos guía internamente para saber lo que está dentro de los límites correctos de la vida y lo que no. Como consecuencia de esta decisión de ir más allá de ellos, tendremos que pagar en términos de sufrimiento. Esto a su debido tiempo, ya sea en esta vida o en la siguiente. Esto se llama la ley del karma.
Por ejemplo, tomar más de lo que necesitas es robar. Provoca karma. En algún momento tendremos que aprender de este acto experimentando lo que se siente al ser robado. El karma es la justicia de la naturaleza, que nos devuelve al camino correcto. Va más allá de las consideraciones emocionales subjetivas. Es imparcial y por nuestro propio bien. A menudo la gente se pregunta qué ha hecho para merecer esto o aquello. Esta intuición es correcta, porque cada uno de nosotros es la causa de su propio karma, que corre de una vida a otra, aunque no tengamos memoria de ello.
¿Cuál es nuestra visión de la sexualidad?
El potencial creativo que hace que se manifieste una dinámica de vida es la energía de la naturaleza. Adopta la forma de energía sexual, que se manifiesta naturalmente dentro de los límites definidos por las leyes de la naturaleza. Pertenece a la naturaleza y, por tanto, está a su servicio.
Por consiguiente, la energía sexual no puede utilizarse para los deseos egocéntricos del ser condicionado controlado por la energía de la magia de la ilusión, que niega en particular la polaridad natural entre lo masculino y lo femenino.
Así que, para nosotros, la homosexualidad va en contra de las leyes de la naturaleza. Por eso la consideramos un estado profundamente patológico que coloca al individuo y al subconsciente colectivo conectado a él en un estado de profunda enfermedad. Y, como ya han relatado civilizaciones pasadas, esta enfermedad trae consigo un gran caos en toda la humanidad en forma de guerras, epidemias e incluso catástrofes naturales; todos ellos signos de un desalineamiento profundo y generalizado. En una palabra, sufrimiento.
Todo esto proviene de prácticas sexuales que no tienen como intención la vida y su creatividad. Pueden ser practicadas tanto por homosexuales (entre mujeres o entre hombres) como entre heterosexuales, llevándolos también a esta misma enfermedad. Una falsa libertad que conduce a la enfermedad.
No nos oponemos a recibir a personas atrapadas en este tejido enfermo, ya que estamos ahí para ayudarles a descubrir o redescubrir las estructuras sanas de la vida y, si es necesario, a realinearse con ellas. Esto es en su propio beneficio y, a mayor escala, en el del colectivo humano que las incluye.
¿Qué pensamos de la relación de pareja?
Creemos que la pareja es un ser y que debe establecerse de forma permanente, mediante un compromiso con la vida y con un círculo de personas ya establecidas en el camino. Como es el caso de los matrimonios sagrados que aún se celebran en ciertas tradiciones. Para la pareja correspondiente, por mutuo acuerdo de los dos miembros de la pareja, y sobre la base de una auténtica armonía en su relación.
Por poner un ejemplo, en la tradición andina, antes de comprometerse definitivamente como pareja, el joven y la joven asumen un compromiso de prueba durante el cual se conocen antes de entrar en una relación sexual íntima. Estamos de acuerdo con este ritual porque, para nosotros, una pareja no comienza sobre la base de un encuentro sexual para satisfacer el deseo del presente o para liberarse de la represión del impulso de su libido, de su frustración, que es algo egocéntrico, sino que el inicio de la relación de pareja comienza con una atracción mutua de un sentimiento del corazón, basado en una naturaleza común de atracción, de querer caminar juntos al servicio de la vida.
Esto se debe a que la pareja es un ser inclusivo que incluye dos polaridades complementarias. Cada uno de nosotros, como parte de esta pareja, es un ser completo y perfecto: andrógino. Y es la dinámica entre estos dos seres completos y complementarios lo que provoca la expansión de la vida.
La libido, que es la fuerza vital, no puede negarse ni reprimirse, sino que debe expresarse dentro de los límites de la ley natural. Si esto no se hace, el ser entra en el camino de la enfermedad: psíquica, física y más allá la enfermedad también puede afectar a la conciencia del ser. Esto hace que entre en conflicto con el sentido de su existencia y el propósito de la vida. Por eso creemos que es esencial revisar la programación consciente y subconsciente de las enfermedades vinculadas a la pareja, para que la persona pueda realinearse con la estructura original y la dinámica saludable.
¿Qué pensamos del aborto?
El potencial particular del ser humano es su intelecto, que le permite tener una visión filosófica estructural de la vida y su libre albedrío para aceptarla o no. Es siempre sobre esta base que consideramos los diferentes temas que la vida nos presenta en el camino de su descubrimiento.
Entendemos que no somos el cuerpo, que es sólo un vestido temporal. Somos el ser -espíritu, alma- que lo anima, lo hace moverse y actuar. Es un ser infinitesimal que forma parte de una multitud de seres que son los incluidos ser inclusivo infinito.
Por eso no somos la causa primera de la acción, sino la causa consecuente. Esto significa que el resultado de la acción, el bebé, pertenece en primer lugar a la madre naturaleza y no al ser que lo manifiesta; por eso el ser que participa en generarlo no tiene derecho a decidir si puede vivir o morir.
Sobre esta base, consideramos que el aborto y todo lo que se asocia a él es un asesinato y, por tanto, un crimen, un acto kármico, que debe pagarse a su debido tiempo.
La pregunta es: ¿está justificado el aborto en determinados casos?
Este es el ejemplo de la mujer violada. Necesitamos tener una visión más amplia de la realidad, considerando que todo en la manifestación del sueño de la ilusión está controlado por la ley del karma. Esta ley natural define que no hay víctima. Que lo que nos sucede corresponde a lo que hemos hecho a otros en el pasado, en esta vida o en una vida anterior. El que es violado fue antes el que violó. Y las situaciones que surgen en esta vida son para liberarnos de esa deuda. Aceptarlo tal como es nos permite no crear más karma; en este ejemplo, al no matar al ser que la vida manifiesta a través de nuestro cuerpo, aunque sea el resultado de una violación. Esto puede parecer extremo, pero debemos confiar en que la vida sabe mejor que nosotros cómo ayudarnos y que su ayuda a través de la ley del karma puede parecer perturbadora al principio, pero redunda en nuestro beneficio.
Además, para que quede claro, matar a un feto es lo mismo que matar a un ser adulto, puesto que el cuerpo del feto ya está animado por un espíritu; un ser ya está presente en él.
También hay que comprender que el ser que aparece no es el producto biológico del cuerpo o del deseo primero de los dos padres. Proviene del gran espíritu, la causa primera, descendiendo del plano del espíritu que permitirá que se activen los medios biológicos para hacerlo aparecer, en las condiciones y con el vestido temporal que le corresponde según su karma y a través de los vestidos de los seres de sus padres biológicos que corresponden a su ser kármico. Un feto no dará lugar necesariamente al nacimiento de un ser. Es la naturaleza la que decide y no debemos forzarla por medios técnicos, intentando tener el control tanto de la vida como de la muerte. No depende de nosotros. Debemos aprender a distinguir los límites de nuestro control y el espacio en el que podemos interferir, de aquello que no nos pertenece.
¿Cuál es nuestra relación y conexión con las plantas sagradas?
Nuestra comunidad se define por su conexión con las tradiciones de las Américas y con las plantas sagradas, que en nuestros rituales son medicinas, no drogas.
Es nuestra conexión auténtica la que marca la diferencia. Dependiendo de la conexión, la misma planta puede producir un resultado diferente o incluso opuesto: medicina o veneno.
Para ser medicina, la planta debe ser considerada como un ser superior, un espíritu, no como una sustancia con energía impersonal. Es un abuelo o una abuela, un ancestro portador de sabiduría, que puede guiarnos por el camino de la vida y curarnos en el nivel más profundo de la conciencia de nuestro ser.
Su energía es el aspecto consecuente de su realidad de espíritu, de ser, en la inclusividad de ambos. No podemos acercarnos a ella para explotarla, sino para servirla y ser guiados por ella.
Para que sea auténtica, la conexión debe transmitirse a través de un linaje auténtico mediante un encuentro a nivel iniciático que establezca a la persona en este linaje de transmisión, en una relación maestro-discípulo que no es algo relativo, temporal.
Es una conexión mística que no está condicionada por la presencia de cuerpos, por el tiempo o la distancia. Perdura más allá de todo eso. Esto permite a la persona seguir transmitiendo la iniciación de esta conexión a otra u otras personas de una generación de espíritu consecuente. Esto se hace por elección del destino, a quien corresponde y en su propio tiempo.
Es esta transmisión auténtica la que permite a la persona dar medicina con una conexión real: medicina de verdad.
Una persona puede estar autorizada a dar medicina en nombre de su maestro, pero hasta que no encuentra este nivel de conexión auténtica, aún no tiene el potencial para transmitir el linaje.
Lo que permite a la persona entrar en esta conexión es haber alcanzado un nivel suficiente de conciencia de la visión estructural del círculo sagrado en la horizontalidad y verticalidad de los tres mundos, en la inclusividad de los dos. También, la dinámica de expansión del tiempo en el eterno presente del espíritu. Haber salido suficiente de la identificación con el cuerpo y sus ataduras egocéntricas. Pasar a la segunda etapa de su proceso de formación como persona medicina, estableciéndose en la conciencia permanente de que su referencia absoluta es su servicio al camino y a sus abuelos, a quienes pertenece toda su vida. Habiendo logrado claridad sobre el propósito del camino de la vida y tratando siempre de alinearse con él ante las situaciones que se presentan en el camino. Haber entendido que éste no es el camino hacia la liberación, sino hacia la realización de su ser eterno, que descubre paso a paso en la transmutación de su conciencia. También, ver los intereses de los demás como no separados de sus propios y servirlos, ante todo, en la conciencia de una visión no dividida de la vida, distinguiendo la realidad de la falsa realidad, el sueño de la ilusión.
¿Cuáles son los riesgos de tomar plantas sagradas fuera de una conexión auténtica?
Deben ser conscientes de que existen falsas transmisiones de conexión chamánica a través de la sexualidad. Esto ocurre cuando el chamán entra en una relación sexual con su paciente; muchas mujeres mal informadas dan testimonio de ello. Esto también puede ocurrir entre la chamana y su paciente.
No es necesariamente la intención del chamán o de la chamana establecer una conexión de magia negra con las personas que han tomado plantas psicotrópicas con ellos. Su intención puede ser transmitirles su conexión medicina. Estableciendo toda una cadena de transmisión entre el chamán y diferentes mujeres. Del mismo modo, entre la chamana y distintos hombres.
Aunque basado en una buena intención, se trata de un arquetipo de transmisión manipulado por la magia de la ilusión. Se transmite en primer lugar en forma de mensaje subliminal en el espacio ceremonial de la persona que da el psicotrópico a los que la reciben, sin que se den cuenta, haciéndoles caer en una conexión de falso chamanismo, que les guía hacia el camino del impersonalismo, de la liberación, de la fusión en la energía del absoluto donde ya no hay dinámica de expansión o de considerar que sólo hay un ser y que todos son ese ser.
Por eso, en su realidad de estar en manifestación como individuos, que no es más que una ilusión, transmiten la guía como canales. Esto se llama actualmente «channeling».
La auténtica guía y transmisión sana provienen de una cadena en la que cada anillo tiene y conserva su propia identidad. Esta cadena de transmisión o linaje se denomina Parampara en sánscrito.
En el camino tántrico del chamanismo, el linaje está en la inclusividad de la complementariedad de dos cadenas: la masculina y la femenina. La conexión para el hombre se hace a través de la cadena masculina y la conexión para la mujer a través de la cadena femenina. Y no a través de la horizontalidad de la relación sexual hombre-mujer.
Saber esto puede salvarte de muchos contratiempos que podrían tener graves consecuencias para tu camino de vida y tu conciencia de ser.
Ahora bien, si este es su camino de destino, la pareja establecida por un ritual matrimonial sagrado también trae consigo la realidad del espíritu del ser inclusivo de los dos linajes masculino y femenino en complementariedad.
¿Cómo participamos en el cambio de la sociedad?
En las condiciones de nuestra existencia en esta tierra, debemos ser realistas sobre el hecho de que, en circunstancias de absoluta necesidad, es necesario recurrir a la fuerza.
Para ello existe, por naturaleza, una orden de guerreros cuya función es mantener la paz y la armonía en el reino frente a las agresiones del exterior.
Las tradiciones ancestrales predicen que un líder sabio aparecerá en medio del caos para restaurar el orden y la armonía en una verdadera civilización humana, durante un tiempo determinado. Se le llama el Inca y a los verdaderos hombres y mujeres que seguirán sus pasos, los runas. Así ocurrió en el pasado con Manco Cápac, por ejemplo, en los Andes.
Vemos en el presente que esto vuelve a ser una necesidad urgente.
Por eso rezamos por la aparición de este verdadero líder, con lo que podríamos llamar su círculo de caballeros, como en el ejemplo del Rey Arturo y sus compañeros de la Mesa Redonda.
El potencial es que el reino divino de paz, armonía y prosperidad para todos reaparezca en esta manifestación temporal; al menos por un tiempo.
Fue con esta intención que el linaje medicina de los Piaroas nos fue transmitido a través de la pareja medicina de Don Bolívar y Doña Elena, por elección del destino, para servir a este propósito.
La transmisión de este linaje, que es un linaje espiritual, no es necesariamente a través de un linaje de sangre en esta vida. A veces sí, a veces no. Pero la transmisión es auténtica.
¿Cómo nos posicionamos en relación con el sistema actual?
No estamos en conflicto con el sistema actual. Lo utilizamos para empezar una nueva historia.
Ayudamos a hacer aparecer un nuevo sistema de educación basado en una visión filosófica estructural de la vida y su dinámica, que nos permitirá llevar a cabo una transmutación de la conciencia. Partiendo de los fundamentos filosóficos universales que todos compartimos, y reaprendiendo la capacidad de observación y deducción lógica objetiva que todos podemos validar. Un sistema educativo que, como consecuente a reeducar la capacidad de observar, pensar, deducir, escuchar y compartir, incluya secciones de formación en los distintos sectores necesarios para las necesidades de la vida y el mantenimiento de la armonía en la nueva sociedad que viene.
Esto se acompaña de proyectos sociales a nivel local, como cooperativas y centros culturales, que pueden expandirse en toda una nueva red que respete las identidades colectivas locales particulares de cada individuo y aporte una riqueza en la complementariedad de las diferencias. Esto es posible en cuanto cada uno de estos colectivos, más allá de su propia identidad, haya redescubierto las bases comunes de una visión filosófica de la vida y de la dinámica de su funcionamiento.
¿Cómo se explica la conciencia de círculo y qué la diferencia de una secta?
Una secta es un colectivo que se encierra en sí mismo, aislándose del mundo exterior. Es una conciencia colectiva egocéntrica, que niega la particularidad de cada uno de sus elementos, y que puede ser muy grande. La secta funciona sobre la base de un dogmatismo que no quiere enfrentarse a una visión filosófica objetiva.
En cambio, un colectivo con conciencia de círculo respeta la individualidad de cada uno y está abierto a tejer relaciones fuera de sí mismo.
Lo que permite al colectivo sano tener esta apertura es su base de definición de una visión estructural de la vida que conlleva la conciencia de «uno y diferente»: la realidad paradójica de la vida de que todo tiene una identidad basada en el ser inclusivo y en dos seres incluidos en la polaridad de la complementariedad. Y esta base está siempre en expansión.
Para ilustrarlo, podemos decir que la identidad de un ser se define por su pertenencia a un colectivo como los demás, pero al mismo tiempo conserva su identidad única y particular dentro de ese grupo.
No pretendemos ser perfectos y tenemos mucho que aprender en el camino de la vida. Por eso nacimos en esta manifestación temporal, como alumnos eternos que todos somos. Sobre esta base, siempre estamos dispuestos, para mejorarnos, a escuchar de los que han aprendido más que nosotros, mostrándolo por su ejemplo. No sólo a base de buenas palabras, porque son las acciones las que dicen la verdad. Y, como deberían saber, la tendencia de los seres condicionados es siempre buscar faltas en los demás sin aportar nada positivo, por lo que, aunque siempre intentamos ver dónde estamos para realinearnos, no nos tomamos al pie de la letra lo que dice alguien que no revisa su historia.
En nuestro colectivo, cada uno es libre de definir cómo quiere implicarse y es totalmente responsable de su propio proceso. Proponemos opciones que sólo están ahí como sugerencias para facilitar que cada uno descubra lo que le favorece. Todo el mundo es libre también de hacer nuevas propuestas para abrir el campo de posibilidades.
¿Cómo nos relacionamos con otras creencias y costumbres?
Aceptamos la realidad subjetiva de las distintas creencias. Esto es lo que hace que la vida sea rica en su diversidad, siempre que no entren en conflicto con una visión filosófica que es la base común que nos une.
Con esto en mente, nos abrimos al compartir, descubriendo juntos el camino de la vida. Pero no queremos entrar en una polémica de ataque y defensa para averiguar, en el espacio del conflicto, quién tiene razón. No queremos imponer a nadie nuestra identidad particular, ni dejar que los demás nos la impongan. Pero sí nos abrimos a la escucha, como medio de enriquecernos; que es la naturaleza de la vida en su expansión dinámica. Comprender que somos «uno y diferente». No somos unidimensionales, sino multidimensionales: un conjunto de identidades diversas en complementariedad. Basta con observar la vida para darse cuenta de ello.
Al desarrollar la conciencia de esta visión, permanecemos en la conciencia del círculo y por tanto no podemos ser una secta, que por su parte está en una conciencia dividida de la vida que la pone bajo el control de la ilusión llamada maya.
Si algunas personas piensan que estamos cultivando esto, las invitamos a reunirse con nosotros para discutir el asunto y ver donde estamos cada uno, y quiénes, en su propio interés, debería realmente tomar al otro como su punto de referencia.
¿Cuál es la base de nuestro proceso y cómo manifestamos la conciencia del círculo?
Estamos en el camino de la gnosis. Esto significa el camino del descubrimiento. El proceso que estamos viviendo es tanto colectivo como personal. No hay dictadura de imposición por parte de una persona o de un colectivo de ovejas con una sola voz. Cada cual participa a su nivel y según su motivación.
Funcionamos sobre la base de «uno y diferente», o al menos lo intentamos. Ésta es la conciencia del círculo sagrado.
En el colectivo, la persona o pareja que en el presente tiene el mejor potencial para ocupar la posición de referente para llevar la conciencia del círculo, ocupa esta función sobre la base de un acuerdo colectivo.
Lo que le cualifica para esta posición temporal es la conciencia de anteponer el interés colectivo al suyo propio, poniéndose a su servicio. Esto se debe a que cree que su interés personal superior se satisfará sirviendo primero al del colectivo del que forma parte.
Esta es la visión de la conciencia del runa, el hombre o la mujer que ha tomado conciencia de su ser como ser humano. Estos son, como se mencionaron antes, los fundamentos de la tradición de la civilización andina, de su espíritu; y no depende del color de piel o de dónde uno haya nacido.
Nuestra participación como colectivo es lograr una nueva sociedad basada en la conciencia del círculo, desarrollando un tejido en expansión de células predominantemente autosuficientes, basadas en el modelo de clan-empresa.
Lo que estamos intentando hacer es un modelo piloto. Así que todo el mundo es bienvenido a venir y participar en el descubrimiento de esta nueva y tradicional forma de sociedad.
¿Cómo vemos que cada uno encuentre su lugar en estos proyectos?
En el plan natural, para los humanos, hay cuatro tipos de esencia en la estructura social que nos hacen actuar de forma natural en complementariedad con los demás. Esto puede representarse mediante una pirámide, pero no significa superior e inferior. Cada persona es útil y necesaria, y se coloca naturalmente en la función que le corresponde porque es perfecta para avanzar en términos de conciencia.
La primera clase social está formada por quienes tienen la capacidad intelectual vinculada a la visión filosófica de la vida, su dinámica y su finalidad.
También tienen el potencial y la conciencia para distinguir el ser en su naturaleza sustancial eterna del vestido temporal en el que está envuelto en el presente; distinguiendo el espíritu atemporal que anima el cuerpo de este último, que no es más que un vestido temporal.
Su función es guiar a las otras clases en el cumplimiento de su función.
Son educadores, consejeros, chamanes, sacerdotes, científicos y místicos. Se les llama amautas (en quechua), brahmanas (en sánscrito), druidas (en la cultura celta). Distintos términos para lo mismo.
Para desempeñar estas funciones necesitan, como todo el mundo, un proceso de formación. Pero lo que más necesitan es una conciencia moral de primer orden y comprender que su responsabilidad es servir al interés colectivo. Prepararse para estar dispuestos a realizar cualquier servicio cuando sea necesario, al nivel de sus capacidades, anteponiendo el sentido de sus deberes a sus derechos.
Nuestra principal orientación como Willka Hampi es hacer surgir esta clase de personas por su capacidad natural para desempeñar esta función en el edificio social de una nueva sociedad; esto por elección del destino.
No estamos negando las otras clases; al contrario, todos pueden experimentar la esencia de las diferentes categorías sociales y algunas de las funciones asociadas en el curso del proceso.
¿Cómo podemos participar en la aparición de una nueva sociedad si antes no la experimentamos a nuestro pequeño nivel?
Por tanto, estamos en un proceso de formación, trabajando en diferentes sectores de actividad dentro de la comunidad, de modo que no sólo podamos experimentarlos para encontrar nuestra especialidad, sino también formarnos como educadores para acompañar a otros en su formación.
Hay muchas direcciones posibles: crear comunidades, desarrollar cooperativas locales, colaborar y ser autosuficientes, activar el nuevo sistema educativo, al de medicinas naturales, participar en el sector intercultural, etc.
En pocas palabras, ¿cuál es nuestra intención?
Nuestra intención es reunir a personas motivadas para participar en la realización de este proyecto global para una nueva sociedad y humanidad.
Por eso les invitamos a que se pongan en contacto con nosotros y nos cuenten qué les motiva.
Si están interesados en reunirse con nosotros para hablar los temas que hemos presentado, son bienvenidos.